La vida es un espejo. Nos refleja las áreas en las que tenemos que desarrollarnos para estar en armonía con Sus Principios. Y Sus Principios son nuestros prinicipios, aunque no lo reconozcamos. La cosa es: ¿Tenemos el mindset necesario para poder leer los mensajes que la Vida quiere transmitirnos? ¿Cómo desarrollamos ese mindset? La primera condición es dejar de proyectar, de poner fuera lo que tenemos dentro. ¿Cómo sabemos que estamos poniendo fuera lo que tenemos dentro? Porque culpamos, nos sentimos víctimas de las circunstancias, de los acontecimientos y de las personas. Decimos, "Si tal persona no estuviera en mi vida, las cosas serían más fáciles." o "Si tuviera otro trabajo, sería más feliz." o quizá algo como, "Tal persona me saca de quicio." Y tal vez es verdad, que nuestra vida sería diferente sin esas circunstancias difíciles. Pero si lo que hay fuera es un reflejo de lo que hay dentro, para transformarlo, hay que saber mirar y deshacer la madeja interna. ¿Y cómo podemos empezar a deshacer la madeja de dentro para que haya claridad y podamos transformar lo que hay fuera? De eso se tratan nuestras formaciones. En ellas aprenderás los principios básicos para empezar a deshacer la madeja. Al deshacer la madeja y tener claridad empezaras a transformarte y vivir de acuerdo a los Principios de la Vida, lo que te permitirá a su vez transformar tus circunstancias. La Vida quiere que seas feliz y para serlo, necesitas vivir de acuerdo a Sus Principios.
Hoy la reflexión va de un mecanismo de nuestro ego que nos lleva a la tensión, o a la contracción y que incluso puede llevarnos a perder la paz y a la desesperanza. Es el mecanismo de la comparación. Este mecanismo se gesta a muy temprana edad. Nos comparaban con hermanos o hermanas, compañeros de escuela, familiares, etc. Y ese mecanismo lo hemos integrado y nos seguimos comparando, a veces resultando "ganadores" en la comparación, lo que nos da una sensación de superioridad; otras veces, la moneda da la vuelta y "perdemos" en la comparación, lo que nos hace sentir inseguridad, ansiedad o cualquier otra emoción que nos saca de nuestro centro. Cuando sientas ansiedad, inseguridad o pérdida de paz, puede deberse a varios mecanismos. Pon atención a tus pensamientos y date cuenta si te estás comparando. Fíjate cómo se siente tu cuerpo. ¿Se contrae? ¿Sientes miedo o ansiedad? Los mecanismos del ego son profundos y fugaces; tanto que a menudo ni nos damos cuenta de
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